En esta noche llena de murmullos, rodeado de miradas y de recuerdos, hay un corazón perdido, que camina sobre un muelle silencioso, iluminado por altos faroles, sólo abrazado por sus brazos; un corazón que no encuentra cosas grandiosas, que se perdió al caminar buscando un motivo para estremecerlo, para llenarlo, para hacerlo sonreír con el alma, caminó sin darse cuenta de a donde iban sus pasos, no importándole hasta donde llegaría, sólo mirando, observando, suspirando…
Había caminado sólo un poco, llegó a la orilla de ese triste muelle, se acercó emocionado, un grupo de personas miraban hacia enfrente sonriendo, besándose, con luz en los ojos al verlo, era grande, era inquieto, era lindo el mar, lo observó por unos segundos y siguió su camino, con la cabeza baja, sin expresión en el rostro, qué pasaba? él no veía el mar tan inmenso, ni profundo, mucho menos tan hermoso, él sabía que había algo mejor, algo más bello.
Decidió caminar por la playa, algo debía tener que tenía a todos fascinados, pensaba sólo en las huellas que dejaban sus pies en la arena, como recuerdos, volteando para ver que los borraba el mar, sin dejarle opción a su regreso, ensimismado en sus pensamientos, irremediablemente, alzó su vista y vió un cielo despejado lleno de estrellas y una luna llena blanca como el talco, lo observo por unos segundos y sólo pudo pensar que eran hermosas pero lejanas, que eran inmensas, pero calladas, no le producen ningún calor, ni inspiración, había algo más, de eso estaba seguro.
Caminando así solo, se empezaba a desesperar, tan inmenso el mundo y tan carente de ese algo que le hiciera explotar; en eso estaba pensando cuando sintió una brisa llena de brillo, calor y movimiento, volteó la cara las palmeras se movían lentamente saludándole, él se limitó a sonreírles, mas no encontró en éstas la paz y plenitud que buscaba, no era eso lo que le provocaban, era más como una sensación de cobijo, sin tener realmente a quien darle las gracias, se sintió desilusionado…
Buscó por toda la noche sin tener respuesta, se metió en callejones, balcones, casas vacías, cuartos con chimenea, por todos los rincones de esta afrodisíaca playa, y nada, optó mejor por regresar a su cuarto, cansado y desesperado, durmió por varias horas, calló en un sueño profundo, que lentamente empezó a tomar color, se abría como bruma cortada por cuchillo, y entonces apareció, no podía creerlo!, ahí estaba, sonriéndole, con esa luz especial, con ese calor acogedor, y así, soñó aquello que lo hizo feliz, sonreír, explotar de amor, se sintió completo, era inmenso, profundo, hermoso, era su complemento, es que esa mirada! Esas palabras! Esos labios! Esas melancólicas despedidas! Y sonrío en sueños, pues a su regreso, estaría esperándole eso a lo que llaman amor, lo estaría esperando TU AMOR.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario