Las calles ya no me sollozan,
besos de viajero ofrendados por las hojas...
Lluvias tardías de otoño sin gurú.
Súplicas al cielo jamás he levantado,
hoy voy a devorarme al viento,
entre insectos, con mis letras muertas.
La última nota de morriña quema mis manos
y ahoga una cicatriz seca.
¡Se acabaron los llantos!
¡Se acabaron los ecos!
Hoy mi espejo me ha encontrado.
A veces no sabemos dónde vivimos, o si realmente lo estamos haciendo, al levantar la mirada se mezclan sentimientos, aveces se ama, aveces se odia.. Sólo la noche puede entender mis pensamientos y cobijarme gratamente en un mar de silencios
lunes, noviembre 29, 2010
jueves, noviembre 18, 2010
Hacia el bosque
La calle bañada de plata
zapatos escandalosos.
Ojeadas al encuentro,
manos recién descubiertas.
Cantares de grillos,
los caminos sin chamarra.
Y comenzamos a correr.
zapatos escandalosos.
Ojeadas al encuentro,
manos recién descubiertas.
Cantares de grillos,
los caminos sin chamarra.
Y comenzamos a correr.
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