La cocina palpita por el tiempo derretido,
las horas entre risas se han acomodado en los cajones,
ya no puede dosificarlas, ya no debe.
Entre los platos escurren nuestras canciones,
la ventana ya no nos vigila,
se limpian de notas los cuchillos,
que delicia en las cucharas el reflejo de nuestros ojos.
En la cocina este arroz ya se coció.
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