Volamos por la noche rasgando sus helados silencios
Somos angeles, angeles que se declaran de la carne,
almas del pecado y la lujúria.
Todos rodean los cuerpos con lujúria,
nos odian y nos aman,
nos buscan y nos temen,
pero todos desean arder en nuestro fuego.
Nuestro reino, plagado de placer,
lleno de eternos suspiros donde nada está prohibido
tan solo la tristeza, y El.
Somos guardianes de la eternidad,
de los oscuros secretos,
hacemos donaciones de vida y de muerte,
de gloria y miseria.
Nuestra piel bañada,
de los mas ansiados deseos,
pero, tras tu frágil imagen
que refleja la luz del alba,
se aguarda un interior de acero,
donde se esconde la dulzura y el veneno.
Te invito a unirte a nosotros,
coge tus alas, cruza la oscuridad de la noche,
cúbrete con la brisa de los sentidos,
en el eterno vuelo del deseo.
y así entonces,
mi alma descansó al escribir mis rutinas en este diario
que hasta por mi deja de ser leído
1 comentario:
Y volar hasta que un amanecer morado naranja deslumbre mis ojos para dar comienzo a un nuevo sueño?
Publicar un comentario