jueves, junio 21, 2007

entre pekeñeces y disturbios


las pequeñeces aniquilan al corazón,
como fríos témpanos de hielo en un salón,
de un castillo de cristal,
perdidos entre nubes hechas de oro,

esas visiones de ansiedad,
imágenes detrás de ventanas congeladas,
hacen que mis ojos sangren,
sangre hedónica,

cuando el gris,
plateado fluido deberá romper las barreras de la realidad,
mezcladas con sangre y suciedad como sirenas nadando en aguas echadas,
cuando las dulces arcadas de estas desespere las nuestras,
lleven consigo al misterio de esta diaria muerte en vida,

como caer de tus alas,
como un niño perdido en la guerra,
como una pintura negra encima de una brillante fotografía,
como la sangre pecadora en un juguete inofensivo,

y donde la nueva estrella brillara su propia oscuridad,
y no habrá lugar a donde refugiarse,
tal vez entiendan quienes somos,
por lo que lloramos.....

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