Sucumbí frente al indicio del ojalá
lo tomé entre las manos,
delicadamente, sin dejarlo escurrir,
se balanceaba en líquido juego,
mutaba el color entre mis dedos.
He interrumpido la sed de mis manos,
para beberlo completo
e inundar mi psique,
salpicar mi orgullo,
apagar los miedos.
Ya estás dentro.