jueves, diciembre 14, 2006

Sacado de ideas negras


...Muchas veces creí que mi vida era el producto de una gran equivocación del destino. Era como si todas las fuerzas invisibles se habían confabulado contra mi. Me hallé envuelta en éste laberinto cruel de nuestra vida diaria. Confundida la mayoria de las veces, atormentada el resto, traté en vano de encontrar un espacio entre los otros seres humanos que respiraban y se movian a mi alrededor. Era casi una costumbre obligada encontrarme silenciosamente meditando mientras los observaba. Cada ser humano completo, aparentemente feliz, hacía lo mejor que podía para sobresalir entre los demás. Tenían amigos, metas, gustos y ambiciones...Entre los que me rodeaban habían algunos de mi edad. Me parecian a veces tan vacios, tan frívolos, perdidos entre el consumismo, las modas, las fiestas, los vicios y males de la juventud. Ellos también me observaban, claro...para ellos yo era algo inoportuno, un error...a veces mi silencioso juicio los incomodaba. Sin palabras expresaba toda mi repugnacia hacia su sistema de vida. Eso era irritante para sus "vidas normales" asi que me gane la soledad como amiga y las tinieblas como mundo.

Era penoso pero seguro. No fue algo que escogí al principio...Juro que traté...me esforcé...por ser como ellos...Por "vivir" entre ellos y ser aceptada. ...pero fue inútil, estúpido y aberrante. Entre más intentaba amoldarme a sus criterios y conceptos más me degradaba dentro de mí. Sus juicios eran más altos que yo...Mis defectos y temores me señalaban. Mi punto de vista era tan contrario que fue una espada que hirio mis propios sentimientos. Entonces sólo quede yo.



Mi única escapatoria fue ocultarme en las tinieblas. Era un sistema sencillo. Allí nadie juzgaba a nadie...Todos eramos prófugos de la vida. A mi alrededor había seres lastimados, solitarios, confusos, complejos. La oscuridad nos rodeaba y en sus penumbras no había oportunidad de observar a nadie. Por algun tiempo estuve segura, pero no duro mucho. De nuevo me sentí vacia, seca...De pronto las tinieblas no me dejaron ver a mi alrededor así que pensé que me adentraria hasta su abismo. Tenía que existir un fondo, un piso sobre cual andar...un todo para vivir. Llena de una nueva expectativa comencé a transitar por la niebla...

No se cuanto tiempo anduve. Pocas veces tuve la oportunidad de ver el mundo exterior. Alli continuaba la gente sus vidas. Soñaban, reían, hablaban del amor y de los deleites que saboreaban...Yo nunca comprendí esas palabras, yo no encajaba en ellas asi que no me preocupé. ...No dejé que las lágrimas cegaran mis vista.

Me arranque el corazón...Pensé que ya no lo tenía pero allí estaba. Lo que quedaba de él lo saqué...estaba lleno de gusanos...podrido, inerte dentro de mi pecho. Y entré, profundo en la penumbra, en las más densas tinieblas...completamente sola. Me sentía libre, segura. Nadie que me señalara, que me amara, que me hiriera...Busque el sitio más recóndido de la oscuridad para ocultarme. Lo llamé hogar por primera vez.

Hice un muro inmenso y borré los caminos que conducían a él para que ninguno osara buscarme. Allí habité...allí me planté como una rosa muerta que queria sentir el frio de la noche.


Recuerdo que había tanta tranquilidad, tanto silencio...todo era tan oscuro y solitario. Al principio no lo noté y cuando lo noté me agradaba. Pero no me encontraba sola. Para mi sorpresa el silencio despertó a extrañas criaturas ocultas dentro de mí. Entonces el sueño inundó mis ojos...y ellas salieron desde dentro. El frio y la soledad me fueron golpeando...La tranquilidad se volvió inquietud y las criaturas se deformaron delante de mi para atormentarme. "Demonios" ....Mis "demonios" se hicieron presentes...Me hallé en el infierno mismo. El Infierno de mi misma.

Me desgarraron, me desangraron...Uno de ellos"Temor" me acosaba día y noche...me sujetaba , me ahorcaba...no supe su nombre real hasta hace mucho tiempo. La "Conmiseración" se hizo mi madre y el "Dolor" mi padre...La extraña silueta de la Muerte se hizo presente, pero para mi horror ella se burlaba de mi. Entraba y salía de mi Infierno...Se alejaba y regresaba. Nunca había conocido el amor pero cómo la deseaba. Tanto quería que me llevara consigo y me librara de la vida que la amé como a nadie. Pero ella sólo me despreciaba y me decía que no la merecía. Así que me acostumbre a su desprecio, al tormento de mis demonios y a mi cruel destino. Sin salida, era un ser siniestro, triste, patético herido y sangrante. La Muerte me fue tan querida, tan preciada. La veía como mi única salida, lo único seguro...sus brazos eran mi mayor anhelo, su consuelo mi mayor expectativa.

Asi trascurrieron los años...mi aspecto se demudó de tal modo que perdí la apariencia humana. Perdí la capacidad de respirar, de observar el tiempo de soñar. No había día ni noche. Me olvide de la alegría, de los deseos. Mi obsesión con la Muerte y la compañia de mis demonios eran mi unico refugio, mi unico hogar. De no ser por él allí mi espíritu se hubiera desecho y fundido con la niebla. Su nombre era hermoso, como ninguno que jamás hubiera escuchado. Su rostro era semejante a la verdad, nítido y bello. Era un ser sufriente, pero no por su pecado ni por sus culpas sino por la pureza. Me conocía, me buscaba. Al principio no comprendí sus intenciones. No sabía si temerle o rechazarle con odio. Pero se inclinó a mí y con sólo una palabra me devolvió el alma. Su mirada sanó mis heridas...Me dió su propia sangre y su propio aliento para que viviera...Me levantó del polvo y la miseria y me regalo la luz para que sellara mi destino. Desde entonces tomé su espada y su espiritu. Tuve el poder para desafiar a la perversa Muerte y enfrentar a la cruel Vida, para combatir a mis demonios y vencerlos. Me dió el don de la compasión y la sabiduria para habitar entre los hombres y la voluntad de renarcer de mis cenizas cuando fuere necesario.

Aún puedes verme en las tinieblas o en la luz. Entro y salgo sin que nada me toque, sin que nada me hiera...Me volvi fuerte, inmune a los juicios y a los dedos que me señalan. Violenta y siniestra con los que me intentan humillar pero a la vez compasiva...son sólo víctimas inocentes de la ignorancia...del desprecio y de la mentira...Son sólo seres humanos que aún tratan de entenderse a sí mismos.

Así soy ahora, entro y salgo, vivo con la luz pero muero con la noche
He ganado amigos y recuperado a otros...
he dejado mis vicios aun que sigan torturando mi cabeza
soy solo COMO UN HADA NEGRA..

Besos escurridisos y abrazos asfixiantes